Radiación directa, difusa y reflejada: así es como tus paneles solares realmente reciben energía
Cuando pensamos en paneles solares, lo primero que viene a la mente es el sol pegando directo.
Pero la realidad es que tus paneles reciben energía de tres formas distintas, incluso cuando está nublado o cuando la luz llega desde otros lados.
Entender esto te ayuda a saber por qué un sistema bien instalado puede generar energía todo el año.
1. Radiación directa: la luz del sol “de lleno”
Es el sol intenso que sentimos cuando salimos a mediodía.
Es la luz más fuerte y la que más energía ayuda a producir.
👉 Si hay cielo despejado, esta es la luz dominante.
👉 Es la razón por la que la generación sube al máximo durante el día.
☁️ 2. Radiación difusa: la luz del cielo cuando está nublado
Aunque no lo parezca, los paneles también producen energía en días nublados.
¿Por qué? porque la luz se esparce por el cielo y llega a todas partes, aunque no venga directo del sol.
Imagina que el cielo completo es una lámpara gigante: esa luz es la radiación difusa.
👉 Gracias a ella, tus paneles no “se apagan” cuando hay nubes.
👉 La producción baja un poco, pero sigue existiendo.
3. Radiación reflejada: la luz que rebota
La luz del sol también rebota en superficies como:
Techos.
Laminas.
Tierra o arena.
Pisos.
Esa luz rebotada llega a los paneles y suma energía.
👉 Los paneles bifaciales pueden aprovechar esta luz “de rebote” por atrás.
En resumen:
Tus paneles trabajan gracias a tres tipos de luz, no solo al sol directo.
Incluso en días nublados o en zonas donde la luz rebota, tus paneles siguen generando energía.
En Soluxe Energy instalamos sistemas que aprovechan todas estas condiciones para que produzcan al máximo sin importar el clima.

